Niños autistas y jardinería: creando jardines amigables con el autismo para niños
La terapia de jardinería autista se está convirtiendo en una herramienta terapéutica fantástica. Esta herramienta terapéutica, también conocida como terapia hortícola, se ha utilizado en centros de rehabilitación, hospitales y hogares de ancianos. Se ha convertido en un pasadizo natural para uso con niños autistas y jardinería. La creación de jardines amigables con el autismo beneficia no solo a los niños en todos los niveles del espectro, sino también a sus cuidadores.
Jardinería para niños con autismo
El autismo deteriora la comunicación y las habilidades sociales. También puede causar varios problemas sensoriales, en los que un individuo autista puede ser demasiado sensible a los estímulos externos. La terapia de jardinería autista es una excelente manera de abordar estos problemas.
Las personas que han agregado ansiedad creada con problemas de procesamiento sensorial se benefician enormemente de la terapia de jardinería autista. Muchas personas con autismo, especialmente niños, luchan con habilidades motoras finas, como abrocharse un abrigo o usar tijeras. Un programa que combina niños autistas y jardinería puede abordar estos problemas.
¿Cómo funciona la jardinería para niños con autismo?
La terapia de jardinería autista puede ayudar a los niños con sus habilidades de comunicación. Muchos niños, independientemente de dónde se encuentren en el espectro, luchan con el uso del lenguaje de una forma u otra. La jardinería es una actividad física que implica el uso de las manos; por lo tanto, no requiere muchas habilidades verbales. Para aquellos que son completamente no verbales, se pueden usar señales visuales y fotografías para demostrar tareas tales como plantar o cuidar las plántulas.
Muchos niños autistas tienen dificultades para formar relaciones sociales. La jardinería grupal para niños con autismo les permite aprender a trabajar juntos hacia un objetivo común sin la necesidad de conversar o comportarse de acuerdo con otros estándares sociales.
La creación de jardines amigables con el autismo permite a las personas con problemas sensoriales participar en una actividad de ritmo lento y relajante. Esto permite a las personas asimilar los diferentes estímulos disponibles (como color, olor, tacto, sonido y sabor) a un ritmo pausado que los niños con autismo toman con mayor facilidad.
Los jardines amigables con el autismo que se ocupan de problemas sensoriales deben incorporar plantas de diferentes colores, texturas, olores y sabores de la mayor manera posible. Las características del agua o las campanas de viento pueden proporcionar un fondo relajante de sonido. Los jardines sensoriales son ideales para esto.
Con la terapia de jardinería con autismo, actividades como cavar, desherbar y regar pueden ayudar a fortalecer las habilidades motoras. Manipular y trasplantar suavemente las plántulas jóvenes ayuda con el desarrollo del motor fino.
Muchos niños que de otro modo podrían tener dificultades con otras actividades extracurriculares se destacarán cuando trabajen con plantas. De hecho, este tipo de terapia hortícola tiene una gran promesa de capacitación vocacional para adultos jóvenes autistas y puede conducir a su primer trabajo. Les ayuda a aprender a trabajar juntos en un entorno, pedir ayuda, desarrollar confianza junto con mejorar las habilidades de comportamiento y comunicación.
Consejos rápidos sobre jardinería para niños con autismo
- Haga que la experiencia sea lo más fácil y divertida posible.
- Comience con solo un pequeño jardín.
- Use plantas pequeñas para permitir que el niño se mantenga comprometido en lugar de usar semillas donde no pueden ver los resultados de su trabajo de inmediato.
- Elija mucho color y agregue objetos limpios para aumentar el interés. Esto también permite la oportunidad de ampliar las habilidades lingüísticas.
- Al regar, solo use la cantidad exacta necesaria para su planta.
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